“En estos momentos de incertidumbre, confinamiento, desescalada progresiva y nostalgia retrospectiva solo me cabe apelar al buen vestir como forma de mantener el sentido común”

Porque a lo largo del tiempo las sastrerías han tenido en sus manos los indicadores del estado de la economía en sus flujos pasados, presentes y futuros por esa razón han sido capaces de sobrevivir a todo tipo de crisis o como dirían algunos a pequeñas desaceleraciones que acaban desarrollando grandes depresiones.

Flujos pasados porque desde nuestros inicios durante el siglo XIII hemos recorrido un gran camino que nos ha hecho tener retrospectiva del buen hacer, situarnos en marcos globales porque fuimos los primeros en recibir a esos comerciantes ávidos de nuevas líneas en sus prendas y cansados de recorrerse el mundo mediante la ruta de la seda, los cuales, eran conocedores de los nuevos descubrimientos que iban a traer desarrollo tecnológico y económico pero también eran conocedores y portadores de las futuras pandemias que iban a traer épocas de miedo, histeria y consecuencias económicas catastróficas.

Flujos presentes porque creo que este mundo, el de la sastrería, el oficio artesano del mismo ha sido capaz de identificarse con la idiosincrasia de su lugar de nacimiento por eso mismo nosotros formamos parte de una ciudad, de Valencia, de sus gentes de su forma de vestir, hemos contribuido al buen hacer en este sentido, por eso mismo, a día de hoy no dejo de escuchar aquella palabras que mi abuelo me dijo una vez:

“Somos parte de una ciudad, de una gente y vamos a estar con ellos siempre”

Creo que por esta razón hemos sido capaces de sobrevivir a todo tipo de inclemencias en el tiempo porque siempre formaremos parte de algo, y ese algo es imposible que pase lo que pase acabe desfalleciendo.

Flujos futuros porque tenemos que darnos cuenta que en este oficio tenemos que estar mas unidos que nunca, porque estos períodos nos han hecho seguir creciendo y amoldándonos a los nuevos órdenes mundiales que tanto nos han ido avisando nuestros clientes venidos de cualquier parte del mundo porque gracias a esa plasticidad obtenida de perdurar a lo largo del tiempo vamos a ser capaces de levantarnos.

Tenemos que darnos cuenta que para sobrevivir hemos tenido que ser camaleones del nuevo mundo que viene y una vez mas nos toca ponernos la mochila y empezar a caminar hacia adelante. ¿Un oficio tradicional y artesanal en un entorno cada vez mas digitalizado y la filosofía de producción a escala, bajo coste y en poco tiempo?,¿sobrevivirá?

La respuesta es contundente, Sí, es nuestra oportunidad.

KIKE TABERNER
-Adrián Seligra-